ABSTRACT

En el presente blog se intenta la participación de todos aquellos que hicieron y hacen a la historia de la Escuela de Cadetes "General don Martín Miguel de Güemes" de la Policía de Salta. Alumnos cadetes y aspirantes, profesores, instructores, jefes de cuerpo, jefes de estudio, directivos, médicos, enfermeros, administrativos, personal de maestranza, etc. El propósito es recomponer la historia del establecimiento que ya cumpliera 50 años de vida. Si usted desea participar, mandando un texto para publicar o fotografías, puede hacerlo al siguiente correo electrónico: mraurquiza@hotmail.com y será bienvenido.



martes, 30 de marzo de 2010

CREACIÓN Y FIESTA INAUGURAL DE LA ESCUELA DE CADETES

En virtud de “la necesidad de mejorar el índice de capacitación profesional del personal de los cuadros” de la Policía y considerando “que ello solo es posible creando una fuente de reclutamiento que segregue luego de un adecuado período de instrucción, elementos con los conocimientos básicos que hacen a la materia policial y sobre los cuales la experiencia de la diaria labor completará la idoneidad necesaria y exigible en el funcionamiento policial como garantía de los intereses sociales que les están confiados” el Jefe de Policía, Comandante Principal ® don Arturo C. Sierra resolvió crear “la Escuela de Policía que se denominará GENERAL GÜEMES, para la formación de los Oficiales de la Policía de la Provincia de Salta".



Ordenando que por Secretaría General se proyectara su Reglamento Interno, con mención de la organización interna, asignaturas correspondientes a cada curso y sus respectivos programas y horarios de actividades. Agregando que “propenderá a consideración de ésta Jefatura los candidatos a desempeñarse como profesores…” de las asignaturas que, según el Reglamento Interno, no se cubran con personal policial.

Asimismo, el Jefe dispuso que por la entonces División Personal se “gestionará del Ministerio del ramo la asignación de (30) treinta becas para los primeros Cadetes, por transferencia de (15) quince plazas de Agentes para atender las erogaciones por remuneración mensual de los mismos.” Agregando que “se proyectará las condiciones de ingreso y se convocará mediante amplia difusión de las mismas, a exámenes de los Aspirantes que optaren a las becas mencionadas”. Asimismo “sin perjuicio de las modificaciones posteriores que surjan al aprobarse el Reglamento Interno antes mencionado, se propondrá la nómina de Jefes y Oficiales para cubrir los siguientes cargos de la misma:

Director: Un Oficial Superior de Seguridad
Secretario: Un Jefe de Seguridad
Jefe de Cuerpo de Cadetes: Un Jefe de Seguridad
Oficiales Instructores: Cuatro Oficiales de Seguridad".

Inspector General don Elías Boleas, primer director de la escuela,
frente al abanderado del instituto en el edificio Jefatura de Policía.
Fotografía gentileza del Crio. (R) D Luis E. Aparicio

Por Tesorería de Policía solicitó “la modificación de la partida global asignada para pago de ‘Profesores y Alumnos de la Escuela de Policía’ en el presupuesto del corriente año y la inclusión de una partida para gastos de funcionamiento por transferencia de las sumas respectivas de las partidas a afectarse según las necesidades que se prevean”.

Por División Suministros se proyectó “el uniforme y equipo completo de los Cadetes de Policía, sobre la base del uniforme en uso en la Repartición;” realizándose “las adquisiciones respectivas en los rubros ‘Muebles’, ‘Uniformes’, ‘Equipo’ y ‘Dotación de Cuartel’ (Comedor, dormitorio, cocina, aulas, bibliotecas, etc.) con destino a la Escuela y sobre la base de las previsiones que informan la modificación a solicitar por Tesorería de Policía a la actual asignación por presupuesto.”

Por otra parte, se fijó el período de dos años para el desarrollo del ciclo completo de estudios, dividido en 1º y 2º Curso, con igual período de duración cada uno, determinándose como fecha de iniciación de los mismos el 1º de mayo de 1958.

La Resolución Nº 61 de creación de la Escuela de Policía “General Güemes” fue aprobada por el Ministro de Gobierno, Justicia e Instrucción Pública.

El artículo 8º de dicha resolución he considerado interesante para recordar algunas de las dependencias policiales que existían en esa época y como evolucionaron alguna de ellas hasta el presente, cincuenta años después:

“REGISTRESE tomen razón Sub Jefatura, Secretaría General, Divisiones de Seguridad, Investigaciones, Tesorería General, Suministros, Personal, Judicial, Comunicaciones, Tracción Mecánica, Contralor Patrimonial, Sanidad, dése por la Orden del Día y fecho ARCHIVESE. Firmado Arturo C. Sierra – Comandante Principal – Jefe de Policía.”

La formación en el acto inaugural de la Escuela de Cadetes "General Güemes"

El 17 de abril de 1958, el mismo Jefe de Policía, mediante Resolución Nº 127, dispone que el propio 20 de abril se realizaran los siguientes actos para la inauguración de la escuela: Izamiento del pabellón nacional, con honores dados por una Sección de la Guardia de Infantería, mientras la Banda de Música de la Repartición ejecutaba la canción patria “Aurora”; después se realizaron los acordes del Himno Nacional Argentino coreados por los presentes; se bendijo el establecimiento educacional por parte del Presbítero M. Corbalán; se presentó el Cuerpo de Profesores del Instituto a los Cadetes; palabras alusivas al acto por el señor Jefe de Policía y la iniciación simbólica de las clases con un tema dictado por uno de los profesores. De esta manera se comenzaba a escribir una parte importante de la historia policial salteña.

Fotografía que saliera en el Diario El Tribuno de Salta (21-04-1958).
Original cedido por el Comisario (R) Luis Ernesto Aparicio.
Se constituye en la 1º fotografía de la Escuela de Cadetes.

El matutino independiente “El Tribuno” del 21 de abril de 1958, publica solamente en su portada una fotografía que se reproduce arriba, con una esquela que dice: “Escuela de Policía: Un aspecto de las ceremonias realizadas ayer para dejar inaugurada la Escuela de Policía de la Provincia, con la presencia del Interventor Federal, doctor Nogues Acuña, Comandante de la Quinta División de Ejército, general Florencio Yornet y otras autoridades. Bendijo el establecimiento el R.P. Corvalán, tras lo cual pronunció breves palabras el Jefe de Policía, Comandante Sierra que a renglón seguido presentó a los Cadetes al cuerpo de profesores. Finalizó la sencilla ceremonia con la inauguración simbólica de las clases, a cargo de uno de los profesores”.

Esta escueta noticia que hizo pasar casi desapercibida la inauguración de la Escuela de Policía, tanto en los medios periodísticos como en las Órdenes del Día de la repartición, tenía un motivo de importancia:

Era que debido a la toma de posesión en sus respectivos cargos que les fueran entregados por la Intervención Federal a las nuevas autoridades constitucionales, luego de las entonces recientes elecciones, el Jefe de Policía, Comandante Principal ® ARTURO C. SIERRA entregaba inminentemente el mando al nuevo Jefe de Policía de la Provincia, Mayor (R.E.) don EDUARDO J.J.J. CALSINA. Este acontecimiento desviaba las vistas de la prensa de la nueva Escuela de Policía, ya que la provincia y el país, volvía a la democracia después de un buen tiempo.

sábado, 27 de marzo de 2010

CONTRATO DE ALQUILER DEL PRIMER EDIFICIO

Contrato que fuera registrado, publicado y aprobado mediante el Boletín Oficial Nº 5641 del viernes 2 de mayo de 1958, Decreto 13.989 G, del 21 de abril de 1958 (Expte. Nº 5777/58) y que se transcribe a continuación:

“En la Ciudad de Salta, Capital de la Provincia del mismo nombre, República Argentina, a los veintiséis días del mes de Febrero del año mil novecientos cincuenta y ocho, entre Su Excelencia el señor Interventor Federal, Doctor Domingo Nogues Acuña, en representación de la Provincia de Salta, en adelante LOCATARIO y la señorita Carmen Rosa López, en adelante LOCADORA, por la otra parte, convienen en celebrar el siguiente Contrato de Locación.”


“PRIMERO: La LOCADORA da en locación al Gobierno de la Provincia de Salta, la casa habitación de su propiedad, ubicada en esta Ciudad, sobre la calle Uriburu esquina Lavalle.”

“SEGUNDO: El inmueble descripto será destinado por el LOCATARIO para Oficinas Públicas de la Administración de la Provincia de Salta, uso que no podrá ser variado por el LOCATARIO sin autorización expresa de la LOCATADORA (Sic), ni hacer cesión total o parcial del mismo.”

“TERCERO: El precio de la locación se estipula en la suma de Pesos 5.500 (cinco mil quinientos pesos moneda nacional), mensuales a partir desde el 1º de Enero del corriente año, cuyo importe se abonará por períodos vencidos entre el 1 y el 10 de cada mes en la Tesorería General de la Provincia o en Repartición correspondiente.”

“CUARTO: El término de la locación se estipula en dos años a partir del día 1 de enero del corriente año.”

“QUINTO: El LOCATARIO tendrá opción al término de la locación de una prórroga de dos años más en las mismas condiciones del presente convenio, con la obligación por su parte, de dar aviso a la LOCADORA con una anticipación no menor de treinta días al vencimiento de este Contrato.”


“SEXTO: El LOCATARIO se reserva el derecho de poder efectuar las modificaciones o refacciones necesarias para adaptar el inmueble a los fines específicos a que se destina la locación, sin perjuicio de devolver la casa habitación en las mismas condiciones de que la reciba, pudiendo retirar todas aquellas mejoras que no impliquen deterioros en la estructura del inmueble.”

“SEPTIMO: La LOCATARIA se obliga, además del pago del alquiler estipulado, a restituir a la LOCADORA el inmueble alquilado al finalizar el plazo convenido o la prórroga que se le faculta en las mismas condiciones en que la recibió, salvo los deterioros producidos por la acción del tiempo y por el uso moderado de la casa, de acuerdo a los fines que está destinada.”

“OCTAVO: Serán por cuenta del LOCATARIO los gastos que sean necesarios efectuar para realizar reparaciones y arreglos del inmueble materia de este contrato que fueren originados por hechos imputables al mismo o a sus agentes o empleados.”

“NOVENO: Para todos los efectos legales de este Contrato las partes signatarias constituyen los siguientes domicilios: La LOCATARIA en la Casa de Gobierno y la LOCADORA en esta Ciudad de Salta, Calle Caseros 208.”

“Bajo tales bases y condiciones se firman tres ejemplares de igual tenor y a un mismo efecto en esta ciudad de Salta, fecha Ut Supra. Fdo: DOMINGO NOGUES ACUÑA, Interventor Federal.- CARMEN ROSA LOPEZ, Es copia.”

EL INGRESO A LA REPARTICIÓN

En un comienzo, a la Repartición Policial ingresaba cualquier persona sin importar las condiciones físicas, educacionales, civiles, etc., pero poco a poco y, debido a las necesidades institucionales, fueron surgiendo requisitos considerados indispensables.

Tal el caso de la Circular Nº 34 del 16 de abril de 1957, por la que el Jefe de Policía, Comandante Sierra, “con motivo de que Gendarmería Nacional dejará de ejercer las funciones policiales propias de la Policía de la Provincia, en el presupuesto para el año en curso, se ha aumentado la dotación de Agentes y, siendo necesario dictar normas para el ingreso a la institución de los aspirantes a desempeñarse como agentes uniformados de Capital y Campaña, ya que actualmente se carece de reglamentación que fije tal procedimiento” resolvía “Dejar establecido que las personas que aspiren a ingresar a la Repartición en carácter de Agente Uniformado, deberán llenar los siguientes requisitos:

a) Ser argentino nativo o por opción.
b) Haber cumplido con las leyes de enrolamiento y servicio militar.
c) No haber cumplido los 35 años de edad.
d) Saber leer y escribir correctamente y haber cursado como mínimo el 3º grado elemental.
e) Tener una estatura no menor de 1,65 m.
f) Aprobar el examen médico y de condiciones físicas conforme especifique la reglamentación en vigor.
g) Acreditar antecedentes de moralidad y buena conducta.”


“Cuando se tratase de reingresos, la Jefatura de Policía tendrá en cuenta el tiempo de servicios que hubiera prestado a la institución el aspirante, con el de su edad, conforme al inciso c); el Jefe de la División de Personal, no dará curso a ninguna propuesta de alta para Agente o solicitará al Ministerio de Gobierno, Justicia e Instrucción Pública, nombramientos sin que previamente haya dado cumplimiento a las disposiciones que anteceden”

El 8 de octubre del mismo año en la Circular Nº 79, Sierra hace conocer su Resolución Nº 205 del 4-09-1957, por la que se observa la militarización que se va realizando en la policía y dice que “visto el decreto ley Nº 622 dictado por la Intervención Federal en la Provincia con fecha 21 de agosto ppdo., por el que se modifica la Ley Nº 1882 de fecha 8 de agosto de 1955 y considerando que de ello surge la necesidad de dictar una Resolución definitiva que reemplace la resolución contenida en la Circular Nº 34 de fecha 16 de abril de 1957, modificada parcialmente por Resolución Nº 201 de fecha 29 de agosto ppdo., resuelve:

1. Dejar establecido que las personas que aspiren a ingresar a la Repartición, deberán llenar los siguientes requisitos:

a) Ser argentino, nativo o por opción.
b) Haber cumplido con las leyes de enrolamiento.
c) No tener menos de 18 años ni más de 45 de edad, exceptuándose solo aquellos técnicos que fueran necesarios para el mejor funcionamiento de la Repartición.
d) Saber leer y escribir correctamente y haber cursado como mínimo el 3er. Grado elemental.
e) Tener una estatura no menor de 1,65m.
f) Aprobar el examen médico y de condiciones físicas conforme lo especifica la reglamentación en vigor.
g) Acreditar antecedentes de moralidad y buena conducta.


2. Cuando se tratase de reingresos, la Jefatura de Policía tendrá en cuenta el tiempo de servicios que hubiera prestado a la Institución el aspirante, con el de su edad, conforme al inciso c), fijándose como término máximo la edad de 55 años.

3. El Jefe de la División de Personal, no dará curso a ninguna propuesta de alta, ni solicitará al Ministerio de Gobierno, Justicia e Instrucción Pública, nombramientos sin que previamente se haya dado cumplimiento a las disposiciones que anteceden.”

De esta manera se iba dando un paso al frente en materia de ingreso a la Policía Provincial, hasta llegar a nuestros días con la Ley del Personal Policial y su Reglamentación (R.L.O.P.), como así, los distintos requisitos conforme a las escuelas de Cadetes o de Suboficiales y Agentes, como única fuentes de reclutamiento de personal superior o subalterno, respectivamente

ESCUELA DE CAPACITACION POLICIAL PRESIDENTE PERON

Antes de la existencia de la Escuela de Policía o de Cadetes, formadora de los futuros oficiales, existieron en Salta algunos antecedentes educativos policiales. Entre ellos contamos con la denominada “Escuela de Capacitación Policial Presidente Perón”, la que funcionó interrumpidamente, allá por los años 1952, ‘53, ‘54 y ‘55 en una primera instancia, en oficinas del Edificio Jefatura, para después trasladarse a la calle Gral. Güemes al 600 de nuestra ciudad.

Este instituto fue fundado en el año 1952 por el entonces Jefe de Policía don Herman Díaz Pérez, quien fue designado Director “Ad-Honorem” por el Gobernador de la Provincia, don Ricardo Joaquín Durand. En ésta, se dictaban cursos de nivelación para que los efectivos puedan desempeñarse idóneamente en sus funciones que, generalmente, se trataban de Oficiales Escribientes. Estos oficiales de policía eran personas que se destacaban por sus estudios que, para la época, se consideraban avanzados, debido a que habían concluido la escuela primaria o habían experimentado los cursos de la secundaria. En síntesis, sabían leer y escribir a diferencia de otros efectivos que no lo hacían.

Estos meritorios escribientes, eran los encargados de confeccionar los sumarios y expedientes policiales, ocupaban cargos destacados tanto en las dependencias comunes como en las oficinas de jefatura, recordemos que en aquella época, las dependencias policiales con categoría de Comisarías en la capital, hasta adentrado el año 1980, eran cinco: la Comisaría Primera, la Segunda, la Tercera, la Cuarta y la Quinta.

Decimos que la Escuela Perón funcionaba interrumpidamente, porque solo lo hacía cuando se requería la capacitación especial del personal superior policial. Por otra parte, recordemos que el nombre de Perón fue utilizado hasta la llamada Revolución Libertadora del ’55 en que el general presidente fuera derrocado por un golpe militar en septiembre y posteriormente su partido proscrito y su nombre y apellido prohibido de toda pronunciación.

Entre las materias que se dictaban en esta escuela, se encontraban las relacionadas al derecho penal, derecho administrativo y contravencional, la lengua y redacción escrita, hasta, en algunos casos, el idioma inglés.


La Escuela de Capacitación Policial “Presidente Perón” dictó entre los años 1953 y 1954 cursos para el personal que comenzaron en el segundo semestre, de junio a diciembre y en 1955 los cursos comenzaron en el mes de marzo hasta septiembre.

En 1953, a solicitud de Jefatura de Policía en nota 3327 del 27 de mayo, se designan profesores de la Escuela Perón, por el término de seis meses y a partir del 1º de junio, a los doctores Armando Caro, Vicente Massafra, Rufino Fernández y Jorge Jure, Escribano Nacional Waldemar Simensen y al señor Ricardo Falú, con una asignación de ($ 277.- m/n) mensuales y debían cesar en sus funciones al terminar el curso policial en ese año.

En 1954, a solicitud de la jefatura policial por nota Nº 1771 en fecha 4 de junio, se designan con anterioridad al día 1º y por el término de seis meses y con una asignación mensual de ($ 250.- m/n), en el cargo de Director al señor Herman Díaz Pérez y profesores a los doctores Armando Caro, Jorge Juri, Vicente Massafra, Rufino Fernández, Adolfo R. Trogliero y los señores Waldemar Simensen y Ricardo M. Falú.

En 1955, en razón de la nota Nº 368 del 8 de marzo de Jefatura de Policía, el Gobernador de la Provincia, don Ricardo Joaquín Durand designa con anterioridad al día 1º de marzo, para los cargos que a continuación se expresan, en la Escuela de Capacitación Policial “Presidente Perón”, dependiente de Jefatura de Policía, a las siguientes personas. Director: el señor Jefe de Policía; Profesores: Dr. Antonio J. Gómez Augier, Dr. Jorge L. Jure, Escribano Nacional Waldemar Simensen, Comandante Principal, Luís E. Villegas, Mayor Roberto A. Márquez, Dr. Alfredo J. Gillieri y Dr. Rufino Fernández.

La documentación encontrada es escasa, pero se pudo comprobar que terminado el gobierno del General de Ejército Juan Domingo Perón, la Escuela de Capacitación Policial siguió funcionando, pero ya sin el nombre anterior, solo como “Escuela de Policía ”, durante los años 1956 y hasta el 30 de octubre de 1957, época de la llamada “Intervención Federal” cuando Gendarmería Nacional había sido convocada para actuar en el rol de policías en todo el país. Al concluir la Intervención Federal, Gendarmería Nacional se repliega a sus funciones naturales y entrega a las policías provinciales el extenso espacio rural que había estado a su cargo; siendo por entonces nuestro Jefe de Policía el Comandante Principal ® de G. N., don Arturo C. Sierra, quien en vista de “la nota cursada por el Director de la Escuela de Policía, de fecha 15 de octubre en curso, contenida en Expte. Nº 841, Letra “E” por la que solicita… …se contemple la posibilidad de suspender las clases de la Escuela con fecha 30 de octubre” debido a que “existe la circunstancia de que la asistencia de los alumnos se ha mermado considerablemente en razón de que un gran porcentaje de los mismos ha sido afectado a prestar servicio en las Dependencias de la Campaña, debido a la reciente toma de jurisdicción que se ha realizado de varios Departamentos que estaban en poder de Gendarmería Nacional. Que por otra parte, el personal policial inscripto en la Escuela como alumnos, está continuamente por las razones de público conocimiento, recargado de labores, cumpliendo servicios de vigilancia y seguridad en las diversas Seccionales, lo que origina la ausencia justificada de los mismos a las clases y motivando que éstas sean aprovechadas solamente por un muy reducido número de alumnos.”

Por lo que se resolvió disponer que las clases de capacitación que se dictaban en la Escuela de Policía, se clausuren el día 30 de octubre de 1957, solicitándose al Ministerio de Gobierno, Justicia e Instrucción Pública, la aprobación de esa resolución.

De lo expresado se desprende que en esta escuela no existía la modalidad de internado, como en la actual Escuela de Cadetes, sino que era con asistencia obligatoria a clase, con perjuicio del Servicio, o sea que si habían necesidades en las tareas propias de la dependencia donde revistaba el educando, el mismo se veía en la obligación de faltar a clases, previo aviso a las autoridades escolares, quienes también se encontrarían ocupadas en sus tareas naturales, en razón de que los cargos en la Escuela de Capacitación, como en el caso del Director, eran “Ad Honorem” y sin perjuicio de sus labores habituales.

Todo parecía que la Escuela de Policía no iba a tener éxito, pero solo faltaban algunos meses para la inauguración de la escuela que nos acompañará hasta estos días.

MARCHA DEL CADETE

Cual cóndores, titanes de las cumbres,
De mirada profunda y avizora,
Los gallardos cadetes de esta escuela,
Son del orden guardianes y custodios.

Desde el bronce ya eterno de la gloria,
Martín Güemes nos da su derrotero.
Es el lema de honor y de victoria
Que nos reclama el sagrado pabellón.

Celosos guardianes de la sociedad,
Nos inspira el lema: “Paz en la igualdad”.
Defender el orden es nuestro ideal
Que insita a la vida en heroico afán.

Letra: Oficial Principal don LUIS ERNESTO APARICIO;
Música: Señor SALVADOR SOSA, Músico de la Repartición Policial.


“-Bueno, la historia de la marcha del cadete data del nacimiento de la escuela. Lo que ocurría es que nadie se animaba a escribir la letra, siempre rondaba en que el señor Director BOLEAS iba a hacer la letra de la Canción del Cadete, pero siempre quedaba en eso, que pasaba el tiempo y pasaba el tiempo, hasta que un día, creo que fue en 1962, después de haber terminado las tareas nos dirigíamos con el Oficial Ayudante CANSINO hacia nuestros respectivos domicilios por calle Tucumán hacia la Pellegrini. Era época de invierno, íbamos hablando relacionado con la marcha del Cadete y decíamos: “si, dice que la va a hacer y no la hace el señor BOLEAS.” Entonces fue esa casualidad y el gran amor que voy a llevar siempre de la escuela, y miré hacia las montañas que se encuentran hacia el oeste y las cúspides estaban cubiertas de nieve, le digo al Oficial CANSINO: -“¡Yo le voy a escribir la marcha de los Cadetes!”. Como éramos compadres, CANSINO me dice: -“Eh, compadre que va escribir usted.” Paramos nuestras bicicletas y ahí fueron las primeras frases que escribí: “Cual cóndores titanes de las cumbres, de miradas profundas y avizoras, los gallardos Cadetes de esta Escuela, son guardianes del orden y custodios.” Esa fue la primer estrofa que escribí, ahí en la calle, en la esquina de Tucumán y Pellegrini. Y bueno, de ahí seguimos, cuando llegué a mi casa hice la otra parte y, cuando volví a la escuela, no me acuerdo si fue esa tarde o al día siguiente y le exhibo el escrito al Director señor BOLEAS quien me contestó: -“¡Eso no sirve para nada!”. Le digo: “Yo creo que esto sirve, ya le voy a demostrar que sirve. Pero yo quiero que usted me de la palabra, señor BOLEAS que usted va a ir cuando yo le pida que vaya a escuchar la Marcha de los Cadetes”. Posteriormente esa letra se la entregué al Director de la Banda de Música de la Policía. El le hizo la métrica de la letra y a través del músico SALVADOR le hizo la música. A los pocos días me hace llamar el Director de la Banda, cuando voy encuentro a la totalidad de la Banda formada en el salón donde desarrollan sus actividades y me hace escuchar la canción del Cadete. Entonces le digo: “Detenga un momento que yo quiero que ahora el Director de la Escuela lo escuche”. Y el Director en ese momento ocupaba doble cargo, Director de la Escuela y Director de Seguridad. Entonces voy a Seguridad y lo llamo a BOLEAS y juntamente vamos al salón, pero ya habíamos quedado con el Director de la Banda que cuando nos vean aparecer con BOLEAS diera inicio a la Marcha del Cadete. Y así fue. Y bueno, lo que contestó después de haber escuchado la música y la letra, el señor BOLEAS quedó convencido de que había nacido la Marcha del Cadete. Eso quedó en los anales del recuerdo.”

(Fragmento de la entrevista realizada al Comisario ®  D LUIS ERNESTO APARICIO)